sábado, 6 de agosto de 2011
Después de todo, las computadoras se rompen, la gente se muere & las relaciones se terminan. Lo mejor que podemos hacer es reiniciar & respirar. Tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos errores. Bienvenido a la perdida de la inoscencia. Nadie desayuna con diamantes & nadie vive romances inolvidables, nadie olvida, nadie sueña, nadie gana. Solo vos, solo yo, intentando ser nadie cuando fuimos todo, inventando sueños nuevos & dejando atrás promesas que jamás tendríamos que haber hecho. ¿Como llorar sin lágrimas? ¿Como reír sin motivo aparente? Y quizás me sobren los motivos & no encuentre ninguno en el cual refugiarme, & tal vez fuiste la ilusión más grande que nunca empezó a ser. Intentando un singular cuando solo quedan plurales que no fueron, palabras que inventamos, besos que fingimos. & así seguimos escribiendo la historia infinita de aquello que alguna vez pudo ser amor, & comprender que tal vez amar es otra cosa, por consuelo o yo que se. Solo quedan voces en la nada, latidos que alguna vez quisieron ser vida, & ecos de un pasado, que pasó. Solo esas miradas que en busca en paz solo pudieron encontrar este vacío, interminable.
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